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PANELES SOLARES EN EL INSTITUTO SUPERIOR PRIVADO DE SALUD SAINT CAMILLE DE OUAGADOUGOU

Hace unos meses, durante una misión en Burkina Faso, tuvimos el placer de asistir a una ceremonia en el Institut Supérieur Privé de Santé Saint Camille de Lellis de Uagadugú, en presencia del Ministro de Sanidad burkinés y otras altas autoridades del Estado y la ciudad. Con motivo de esta celebración, se destacó repetidamente el gran valor del Instituto: un centro de estudios de enfermería, que se ha consolidado en el panorama sanitario del país por la alta especialización que ofrece a sus estudiantes, procedentes no sólo de Burkina Faso, sino también de otras 12 naciones africanas.

Burkina Faso sigue siendo una nación extremadamente pobre, donde la mayoría de la población vive en precario y sin acceso a servicios básicos de saneamiento, sanidad y educación. En los últimos años, la situación ha empeorado aún más debido al terrorismo que se ha cebado con el país.

Cultivar y especializarse en salud y enfermería parece ser una prioridad, y la escuela de Uagadugú ofrece una de las mejores vías de estudio. Para apoyar al centro y reforzar nuestro apoyo a la población burkinesa, inauguramos el 1 de marzo el projecto «Instalación de paneles solares en el Instituto Superior Privado de Salud Saint Camille de Lellis».que concluirá a finales de agosto e incluye la compra e instalación de varios paneles solares y un sistema para inyectar energía directamente a la red de consumo durante esos seis meses. El objetivo es garantizar la autosuficiencia energética del instituto mediante el uso de fuentes renovables.

Nos complace poder contribuir a la mejora de este centro de excelencia, con la esperanza de que siga siendo un importante centro de formación, no sólo para su país, sino también para los países vecinos, como lo es hoy.

SALUD PARA TODOS EN LIMA

Salute e Sviluppo tiene una misión clara: mejorar las condiciones de vida de todas las personas, especialmente las más vulnerables (niños y mujeres), promoviendo procesos de desarrollo justos y sostenibles en el acceso a los servicios sanitarios y educativos, y la capacitación social y económica.

Para llevarlo adelante, son muchos los proyectos que inauguramos cada año con socios y donantes de prestigio, pero también son muchas las iniciativas que Salute e Sviluppo lleva a cabo por su cuenta, financiando actividades de apoyo a los necesitados que piden ayuda.

Hace unos meses, la Asociación corazones & Manos Solidarias San Francisco, que lleva tiempo trabajando en tierras peruanas para mejorar las condiciones de salud de los jóvenes pacientes de los hospitales San Bartolomé y Cayetano Heredia de Lima, nos propuso contribuir al «Proyecto Salud para todos: Diazossido».

Edrick y Samuel son dos niños muy pequeños (1 y 4 años respectivamente) padecer hiperinsulinismo congénito (HC), una enfermedad endocrina muy rara que se desarrolla en los primeros meses de vida y que puede provocar un grave deterioro de la salud en pacientes jóvenes, causando graves problemas neurológicos, en algunos casos irreversibles.

Esta enfermedad en Perú es especialmente comprometida debido a los retrasos en el diagnóstico y la administración de la medicación adecuada – el Diazossido – que no se comercializa en el país y que tiene un precio prohibitivo, tanto para los propios hospitales como para las familias más pobres, que no tienen la posibilidad de importarlo del extranjero. La administración del fármaco, en la mayoría de los casos, tiene que ser de larga duración para garantizar la recuperación de los niños, lo que hace aún más difícil mantener un suministro suficiente.

Para paliar esta grave carencia, la Asociación corazones & Manos Solidarias San Francisco lleva años buscando donantes públicos y privados que puedan contribuir a la compra y envío del medicamento que salva vidas. Salute e Sviluppo decidió responder afirmativamente a esta petición y adquirir el Diazoxide necesario para el cuidado actual y futuro de los pequeños Edrick, Samuel y muchos otros niños que lo necesitarán en los próximos dos años.

En Salute e Sviluppo estamos muy contentos de poder intervenir en primera persona, ayudando a quienes lo necesitan, y en este caso esperamos que -también gracias a nuestra contribución- los pequeños pacientes de los hospitales de Lima que padecen esta enfermedad y sus familias puedan por fin volver a encontrar la esperanza.

 

PARA LA MEJORA DE JUVENANT SAINT CAMILLE

La Juvenat Saint Camille es una escuela de Uagadugú, dirigida por los Camilianos, que acoge a muchos niños de los alrededores, ofreciéndoles una educación adecuada y un entorno sereno en el que cultivar sus estudios e intereses.

El centro educativo debe seguir modernizándose para poder ofrecer cada vez más servicios a los alumnos. En concreto, se hizo hincapié en la necesidad de un pozo y un sistema de bombeo para disponer de agua potable suficiente para las necesidades de los alumnos y de la escuela; y pareció esencial proceder a la instalación de una sala de ordenadores.

Ante estas necesidades, Salute e Sviluppo se alegró de poder contribuir a la mejora del centro, poniendo en marcha este proyecto que pretende a la vez suministrar agua y equipar la sala.

Uagadugú es la capital de Burkina Faso y, aunque es la ciudad mejor abastecida del país, sufre la situación general de la nación que, además de la extrema pobreza, en los últimos años ha tenido que hacer frente a los terroristas que atacan el país en oleadas con atentados y actos violentos. Parece esencial ayudar a la población con proyectos de desarrollo agroalimentario, sanitario o, como en este caso, educativo.

A partir del 1 de noviembre de 2022, decidimos iniciar las obras de mejora del centro escolar: los trabajos de construcción del pozo y del sistema de bombeo fueron rápidos y se desarrollaron sin contratiempos. Ahora el sistema ya funciona y da a la escuela acceso a un suministro adecuado de agua potable.

En cuanto a la sala de informática, el proyecto incluye la compra de 24 ordenadores y el acondicionamiento de toda la sala, lo que dará a los niños la oportunidad de estudiar informática -una asignatura absolutamente necesaria-, investigar más a fondo sobre temas escolares, conectarse a la red y ampliar así sus conocimientos. La sala también se utilizaría para presentaciones, pequeñas conferencias y otras situaciones de aprendizaje para los niños.

P. Felice de Miranda, Presidente de Salute e Sviluppo, tuvo la oportunidad hace poco, durante su última misión en Burkina Faso, de visitar la escuela y ver cómo avanzaban las obras: encontró a muchos niños felices esperándole, agradecidos a Salud y Desarrollo por el proyecto en curso.

Las actividades finalizarán en junio de 2023, fecha en la que la sala de ordenadores deberá estar terminada y debidamente equipada. Le mantendremos informado de todos los hitos que vayamos consiguiendo.

SALUD Y NUTRICIÓN EN BOSSEMPTÉLÉ

«Salud y Nutrición para la Población Vulnerable de la Subprefectura de Bossemptélé» ha sido un proyecto del que os hemos hablado muchas veces, contando todos los hitos que hemos ido consiguiendo poco a poco. El proyecto, que forma parte de la «Iniciativa de emergencia de apoyo a la población vulnerable en la República Centroafricana», fue financiado por la Agencia Italiana de Cooperación al Desarrollo (AICS) y comenzó en septiembre de 2021.

Las intervenciones se concentraron en Bossemptélé, la ciudad donde se encuentra el Hospital Juan Pablo II, centro sanitario de toda la región, y en los 75 km circundantes. Estamos en la República Centroafricana, un país endémicamente pobre, donde muchos de los servicios básicos están al alcance de unos pocos, mientras que la mayoría de la población sufre condiciones de precariedad e inseguridad, tanto sanitaria como alimentaria. Desde hace algunos años, además, los grupos rebeldes hacen que el país sea aún más inestable, llevando a cabo actos violentos y atemorizando a la población, ya de por sí en apuros.

En Salud y Desarrollo -en el transcurso de este proyecto- también tuvimos que hacer frente a esta situación, que ralentizó el trabajo, haciéndolo más difícil y peligroso. A pesar de ello, pudimos alcanzar la mayoría de los objetivos que nos habíamos fijado, incluida la construcción de una sala de urgencias para el Hospital Juan Pablo II. Antes de nuestra intervención, el hospital no tenía la posibilidad de alojar a los pacientes más graves en una sala adecuada, ahora la sala de urgencias se ha completado, tanto en términos de construcción estructural como de equipamiento. Durante este año de obras, el hospital pudo atender a más de 9.000 pacientes, de los que aproximadamente un tercio fueron ingresados para recibir el tratamiento adecuado.

Otra deficiencia que habíamos detectado en una fase temprana se refería a la capacidad del hospital para garantizar las comidas necesarias a los pacientes ingresados: la mayoría de los que llegan al centro presentan un grave estado de desnutrición y necesitan restablecer una dieta adecuada. En el curso de este proyecto, construimos una cocina adyacente a las instalaciones del hospital, que puede ofrecer tres comidas al día a todos los pacientes. A pesar de que las obras estructurales acaban de concluir, desde el inicio del proyecto se ha instalado una cocina provisional que ha conseguido proporcionar tres comidas completas al día a más de 1.600 pacientes.

Con el fin de aumentar la capacidad del Hospital Juan Pablo II para atender adecuadamente la demanda de atención de la población local, decidimos poner en marcha un programa de formación para el personal sanitario. Gracias a esta iniciativa, se formó a 38 trabajadores especializados en obstetricia, oftalmología, técnicas de laboratorio y mantenimiento de equipos médicos.

Para proporcionar un amplio acceso a la atención sanitaria también en las zonas rurales de los alrededores de Bossemptélé, rehabilitamos, y en algunos casos construimos desde cero, los puestos de salud situados en algunos pueblos de la subprefectura. Antes de nuestra llegada, estas instalaciones eran inseguras, con graves problemas estructurales y sin mobiliario ni maquinaria útil para primeros auxilios. Durante el año, renovamos, amueblamos y equipamos con material sanitario las poste de santé de Gbawi (a 40 km de Bossemptélé), Bodangui, (a 10 km), y Bombalou (a 45 km), y construimos una nueva poste de santé en el pueblo de Yangoro, a 15 km de Bossemptélé. Además, hemos formado a más de 30 trabajadores que garantizarán un servicio sanitario eficaz atendiendo estos puestos de salud. Además de cada una de estas instalaciones, también se rehabilitó o construyó un pozo para suministrar agua potable, no sólo a la poste de santé, sino también a toda la población del pueblo correspondiente. Gracias a algunos saldos presupuestarios, pudimos rehabilitar un pozo adicional en la aldea de Boyaram. En total, más de 21.000 habitantes tienen acceso al agua potable,

Además de estos pueblos, hay muchos otros que, al carecer de poste de santé y estar alejados de Bossemptélé, permanecen sin cobertura sanitaria. Para resolver este problema, activamos y reforzamos el servicio de clínica móvil, que -en el transcurso del proyecto- pudo visitar más de 27 pueblos, prestando primeros auxilios a la población local. La clínica móvil también puso en marcha reuniones de concienciación centradas en distintos temas sanitarios, y consiguió implicar a más de mil personas. En los últimos meses, el clima de inestabilidad en el país ha empeorado: los grupos rebeldes armados han atacado amplias zonas, incluida parte del área en la que opera la clínica móvil, algunos de los cuales se han visto obligados a huir. Debido a esta situación, no fue posible visitar muchos pueblos y llevar a cabo todas las actividades previstas anteriormente.

A pesar de estas dificultades, que provocaron varias ralentizaciones, el proyecto registró resultados positivos: Un 14% más de la población local tuvo acceso a servicios sanitarios, Un 25% más tenía acceso a agua potable, mentre La desnutrición bajó del 40% al 38%. Las instalaciones que hemos construido y las actividades que hemos puesto en marcha seguirán siendo una valiosa ayuda para la población local, que por fin tendrá acceso a unos servicios sanitarios adecuados y de mayor calidad.

Este artículo se ha elaborado en el marco del proyecto Salud y Nutrición de la Población Vulnerable de la Subprefectura de Bossemptélé AID 05/RCA/12049/2021 financiado por la Agencia Italiana de Cooperación al Desarrollo. El contenido de esta publicación es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la opinión de la Agencia Italiana de Cooperación al Desarrollo. La Agencia Italiana de Cooperación al Desarrollo no se hace responsable de la información que se considere errónea, incompleta, inadecuada, difamatoria o de algún modo censurable.

UNA ESCUELA Y MUCHOS ENFERMEROS

Recientemente terminó la misión que vio a nuestra Directora de Proyectos, Mariella, y al P. Felice de Miranda, Presidente de Salute e Sviluppo, se desplazó a la República Centroafricana para el seguimiento habitual de los proyectos en curso en el país.

La zona en la que actuamos actualmente forma parte de la subprefectura de Bossemptélé, una zona especialmente pobre y carente de infraestructuras. El único centro sanitario de la zona es el Hospital Juan Pablo II, que, como hemos mencionado en repetidas ocasiones, fue fundamental para la población, especialmente durante los periodos más duros de la guerra civil que se libró en el país.
El 1 de enero de 2021 comenzó el Proyecto de creación de una escuela de enfermería: vías de formación profesional para mejorar las condiciones sanitarias en la República Centroafricana, financiado por la Conferencia Episcopal Italiana (CEI).

El objetivo de este proyecto es completar, de aquí a 2023, una escuela de enfermería con el fin de formar personal especializado que pueda poner en práctica los servicios prestados en el hospital. Además de la construcción de la escuela, está previsto construir una valla y un pozo. En una fase posterior, se comprará mobiliario, ordenadores y otros materiales para satisfacer las necesidades de los estudiantes que cursarán esta carrera certificada y reconocida a nivel nacional, que también aprovechará la sinergia con el Hospital Juan Pablo II para las prácticas de campo.

Si a principios de año os mostramos fotos de la construcción del pozo y del inicio de la valla, ahora podemos anunciar que las obras del edificio avanzan a buen ritmo, mientras que las del pozo y la valla han finalizado. Gracias a esta última misión, fue posible no sólo constatar los progresos realizados, sino también ayudar a las personas de contacto locales con el diseño más óptimo de la instalación, que se espera que esté lista en unos meses.

Nos alegra especialmente que, desde el inicio del proyecto hasta la fecha, la reacción de la población hacia nuestra iniciativa haya sido más que favorable: mientras que en el primer año se matricularon 11 alumnos, este año se seleccionarán 25 alumnos de entre los 30 solicitantes que se presentaron a la prueba de admisión de la escuela. Todos los profesores son catedráticos de Bangui, que imparten las clases con un alto nivel de exigencia, al final del cual se otorga un diploma -tras una evaluación positiva por parte de la junta examinadora- que es válido en todo el país.

Además, los trabajadores sanitarios de los puestos de salud de los pueblos de la zona también participarán en las clases el próximo curso, ya que el gobierno centroafricano ha estipulado que todo el personal de salud pública debe aumentar su nivel de competencia. Las autoridades gubernamentales han identificado nuestra escuela de enfermería como el lugar adecuado para su formación teórica y práctica y se encargarán de su preparación.

Además de aumentar el nivel del personal y del hospital, el proyecto también pretende aumentar la inclusión social y ayudar a muchos jóvenes a integrarse constructivamente en la sociedad.

Desde principios de año, los avances han sido notables, y falta poco para que la estructura esté terminada. Estos logros nos enorgullecen aún más, teniendo en cuenta la situación de la República Centroafricana, que sigue sufriendo una situación de inestabilidad muy fuerte que socava las bases de la mejora y el crecimiento. ¡Esperamos darles muchas más actualizaciones felices de nuestras actividades!

PIEDRA A PIEDRA SE CONSTRUYE EL FUTURO DE GARANGO

Al final de cada uno de nuestros artículos, prometemos ponerle al día sobre la marcha de nuestras actividades, somos fieles a nuestra palabra y estamos muy contentos de poder darle buenas noticias. Hoy, de hecho, les hablaremos del proyecto, que les presentamos hace unos meses, de construcción de una escuela infantil en la ciudad de Garango, en Burkina Faso: financiado por la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) e iniciado el 1 de febrero.

Burkina Faso es una de las zonas más pobres del mundo y la región donde se encuentra Garango, en particular, tiene muchas carencias, tanto sanitarias como educativas. Hablamos de una zona donde las escuelas suelen estar lejos y ser de difícil acceso, donde la cultura tradicional sigue desempeñando un papel central en la vida familiar y donde las familias no siempre quieren enviar a sus hijos a la escuela.

La educación preescolar es casi inexistente: los niños de entre 3 y 5 años no disponen de instalaciones que garanticen una educación adecuada y sirvan de trampolín para su posterior escolarización.

Salud y Desarrollo quiere responder a esta necesidad dando a un centenar de niños la oportunidad de vivir una experiencia escolar, social y educativa. Si éste es el objetivo principal, el secundario es conseguir cambiar la mentalidad generalizada, sobre todo entre la generación de más edad, que sigue mostrándose escéptica ante la necesidad de educar a sus hijos. Mediante un programa de sensibilización, el objetivo es construir una comunidad mucho más consciente y solidaria.

El proyecto, como anticipamos, consiste en la construcción del edificio escolar que albergará a los niños: tres aulas, un comedor y una sala de descanso, además de las salas de servicios y administración. A esto seguirá el suministro de material escolar, la formación de cuidadores de niños y el establecimiento de las tres clases divididas por edades.

Tendremos que esperar hasta febrero de 2023 para ver el proyecto terminado y las primeras clases pudiendo comenzar su andadura, pero ya desde ahora los avances que se han realizado son notables: podemos ver en las fotos cómo la estructura del edificio escolar se ha completado casi en su totalidad exteriormente, el muro de la valla ya terminado y el resto de dependencias en construcción.

El proyecto es absolutamente sostenible y pretende durar mucho tiempo, permaneciendo arraigado en el territorio, gracias a la implicación de primera mano de todos los lugareños: empezando por la comunidad camiliana in situ, hasta los operarios y el personal de la escuela, todos ellos formados por personas de la diócesis de Tenkodogo.

Esperamos que al final del trimestre todo vaya según lo previsto y que el próximo mes de febrero la escuela esté realmente en funcionamiento y lista para acoger a niños de 3 a 5 años de la mejor manera posible. Estamos orgullosos de todas estas piedras que, una sobre otra, están ayudando a construir el lugar de la infancia de tantos niños burkineses.

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