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Etiqueta: #solidaridad

AGUA RECICLADA PARA EL HOSPITAL SNEHADAAN

La semana pasada os hablábamos del recién inaugurado proyecto de compra de una ambulancia y equipos de diálisis para el Hospital Snehadaan de Bangalore (India), pero no es la única actividad que desde Salute e Sviluppo hemos decidido llevar a cabo en favor del nuevo hospital camilo.

De nuevo en sinergia con el Sneha Charitable Trust, a partir de esta semana comenzará un nuevo proyecto de tres meses que nos verá en primera línea para financiar la construcción de un pozo de aguas pluviales y una planta de tratamiento de aguas residuales: toda esa agua que ya ha sido utilizada, para uso doméstico o industrial, necesita un tratamiento específico para volver a ser utilizada con seguridad.

Todas nuestras actividades están diseñadas para ser sostenibles y acordes con los principios de la Agenda 2030 de la ONU. El agua -en particular- ha sido el centro de muchos de nuestros proyectos, todos ellos concebidos para subrayar el peso y la importancia que este elemento tiene para la vida humana y para el bienestar del individuo, que debe disponer de un acceso seguro a esta fuente fundamental. Reciclar el agua y tratarla adecuadamente para que pueda reutilizarse dentro del propio hospital es nuestro objetivo, para reafirmar una vez más nuestro compromiso con nuestro planeta y la importancia de este elemento.

En septiembre, cuando finalice el proyecto, tanto el pozo como la depuradora estarán terminados y plenamente operativos y a disposición del hospital. Estamos muy contentos de poder contribuir a la consecución de este objetivo en consonancia con nuestros valores, siempre al lado de los camilos del Hospital Snehadaan.

EN HUANCAVELICA EN APOYO A LAS PERSONAS MAYORES

Gracias a la Asociación Corazones & Manos Solidarias San Francisco, tenemos la oportunidad de estar -una vez más- cerca de la población peruana necesitada. Ya les hemos contado cómo gracias a ellos pudimos ayudar a los niños de los hospitales de Lima que padecen hiperinsulinismo congénito (HC), una enfermedad endocrina muy rara, a recibir el medicamento adecuado para salvarles la vida: Diazoxide.

Muy recientemente, iniciamos otro proyecto, de nuevo en sinergia con la Asociación Corazones & Manos Solidarias San Francisco, ‘Policlínico equipado para Huancavelica – a favor de los menos pudientes de la tercera edad’. Huancavelica es una de las regiones más pobres de todo Perú, en concreto el ambulatorio está situado cerca del distrito de Caja Espíritu, en la ciudad de Acobamba. En esta zona concreta viven nueve comunidades con dificultades extremas, sobre todo ancianos que necesitan ayuda urgente: muy a menudo sus hijos emigran a las grandes ciudades para encontrar trabajo y ellos se quedan solos en la pobreza.

La Asociación Corazones & Manos Solidarias ha decidido actuar para mejorar las condiciones de vida de estos ancianos: en seis meses se comprarán medicamentos, suplementos nutricionales, artículos de higiene y todo lo necesario para que el ambulatorio sea más funcional. Todo ello se proporcionará a un precio simbólico a los 120 ancianos gravemente necesitados de estas comunidades. El precio simbólico es necesario para que el proyecto sea sostenible y tenga continuidad en el tiempo: el dinero recaudado servirá para recomprar todo el material una vez terminado.

No sólo se planifican equipos médicos y alimentarios, sino también numerosas actividades: grupos de apoyo, reuniones de prevención, refuerzo espiritual, todo lo necesario para apoyar a los ancianos en su soledad, creando una red de solidaridad y apoyo. Además, ya se han proporcionado numerosas prendas a quienes -con mayores dificultades- no tienen la posibilidad de comprar las suyas propias.

Estamos muy contentos de poder participar en el proyecto, apoyando a la comunidad local. Le mantendremos informado de todas las novedades.

SALUD Y NUTRICIÓN EN BOSSEMPTÉLÉ

«Salud y Nutrición para la Población Vulnerable de la Subprefectura de Bossemptélé» ha sido un proyecto del que os hemos hablado muchas veces, contando todos los hitos que hemos ido consiguiendo poco a poco. El proyecto, que forma parte de la «Iniciativa de emergencia de apoyo a la población vulnerable en la República Centroafricana», fue financiado por la Agencia Italiana de Cooperación al Desarrollo (AICS) y comenzó en septiembre de 2021.

Las intervenciones se concentraron en Bossemptélé, la ciudad donde se encuentra el Hospital Juan Pablo II, centro sanitario de toda la región, y en los 75 km circundantes. Estamos en la República Centroafricana, un país endémicamente pobre, donde muchos de los servicios básicos están al alcance de unos pocos, mientras que la mayoría de la población sufre condiciones de precariedad e inseguridad, tanto sanitaria como alimentaria. Desde hace algunos años, además, los grupos rebeldes hacen que el país sea aún más inestable, llevando a cabo actos violentos y atemorizando a la población, ya de por sí en apuros.

En Salud y Desarrollo -en el transcurso de este proyecto- también tuvimos que hacer frente a esta situación, que ralentizó el trabajo, haciéndolo más difícil y peligroso. A pesar de ello, pudimos alcanzar la mayoría de los objetivos que nos habíamos fijado, incluida la construcción de una sala de urgencias para el Hospital Juan Pablo II. Antes de nuestra intervención, el hospital no tenía la posibilidad de alojar a los pacientes más graves en una sala adecuada, ahora la sala de urgencias se ha completado, tanto en términos de construcción estructural como de equipamiento. Durante este año de obras, el hospital pudo atender a más de 9.000 pacientes, de los que aproximadamente un tercio fueron ingresados para recibir el tratamiento adecuado.

Otra deficiencia que habíamos detectado en una fase temprana se refería a la capacidad del hospital para garantizar las comidas necesarias a los pacientes ingresados: la mayoría de los que llegan al centro presentan un grave estado de desnutrición y necesitan restablecer una dieta adecuada. En el curso de este proyecto, construimos una cocina adyacente a las instalaciones del hospital, que puede ofrecer tres comidas al día a todos los pacientes. A pesar de que las obras estructurales acaban de concluir, desde el inicio del proyecto se ha instalado una cocina provisional que ha conseguido proporcionar tres comidas completas al día a más de 1.600 pacientes.

Con el fin de aumentar la capacidad del Hospital Juan Pablo II para atender adecuadamente la demanda de atención de la población local, decidimos poner en marcha un programa de formación para el personal sanitario. Gracias a esta iniciativa, se formó a 38 trabajadores especializados en obstetricia, oftalmología, técnicas de laboratorio y mantenimiento de equipos médicos.

Para proporcionar un amplio acceso a la atención sanitaria también en las zonas rurales de los alrededores de Bossemptélé, rehabilitamos, y en algunos casos construimos desde cero, los puestos de salud situados en algunos pueblos de la subprefectura. Antes de nuestra llegada, estas instalaciones eran inseguras, con graves problemas estructurales y sin mobiliario ni maquinaria útil para primeros auxilios. Durante el año, renovamos, amueblamos y equipamos con material sanitario las poste de santé de Gbawi (a 40 km de Bossemptélé), Bodangui, (a 10 km), y Bombalou (a 45 km), y construimos una nueva poste de santé en el pueblo de Yangoro, a 15 km de Bossemptélé. Además, hemos formado a más de 30 trabajadores que garantizarán un servicio sanitario eficaz atendiendo estos puestos de salud. Además de cada una de estas instalaciones, también se rehabilitó o construyó un pozo para suministrar agua potable, no sólo a la poste de santé, sino también a toda la población del pueblo correspondiente. Gracias a algunos saldos presupuestarios, pudimos rehabilitar un pozo adicional en la aldea de Boyaram. En total, más de 21.000 habitantes tienen acceso al agua potable,

Además de estos pueblos, hay muchos otros que, al carecer de poste de santé y estar alejados de Bossemptélé, permanecen sin cobertura sanitaria. Para resolver este problema, activamos y reforzamos el servicio de clínica móvil, que -en el transcurso del proyecto- pudo visitar más de 27 pueblos, prestando primeros auxilios a la población local. La clínica móvil también puso en marcha reuniones de concienciación centradas en distintos temas sanitarios, y consiguió implicar a más de mil personas. En los últimos meses, el clima de inestabilidad en el país ha empeorado: los grupos rebeldes armados han atacado amplias zonas, incluida parte del área en la que opera la clínica móvil, algunos de los cuales se han visto obligados a huir. Debido a esta situación, no fue posible visitar muchos pueblos y llevar a cabo todas las actividades previstas anteriormente.

A pesar de estas dificultades, que provocaron varias ralentizaciones, el proyecto registró resultados positivos: Un 14% más de la población local tuvo acceso a servicios sanitarios, Un 25% más tenía acceso a agua potable, mentre La desnutrición bajó del 40% al 38%. Las instalaciones que hemos construido y las actividades que hemos puesto en marcha seguirán siendo una valiosa ayuda para la población local, que por fin tendrá acceso a unos servicios sanitarios adecuados y de mayor calidad.

Este artículo se ha elaborado en el marco del proyecto Salud y Nutrición de la Población Vulnerable de la Subprefectura de Bossemptélé AID 05/RCA/12049/2021 financiado por la Agencia Italiana de Cooperación al Desarrollo. El contenido de esta publicación es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la opinión de la Agencia Italiana de Cooperación al Desarrollo. La Agencia Italiana de Cooperación al Desarrollo no se hace responsable de la información que se considere errónea, incompleta, inadecuada, difamatoria o de algún modo censurable.

MUCHOS LOGROS EN BOSSEMPTÉLÉ

No han pasado muchos meses desde que os hablamos de nuestro proyecto Salud y Nutrición para la Población Vulnerable de la Subprefectura de Bossemptélé, que forma parte de la «Iniciativa de Emergencia de Apoyo a la Población Vulnerable en la República Centroafricana» financiada por la Agencia Italiana de Cooperación al Desarrollo (AICS), y cuyo objetivo es mejorar las condiciones de vida de la población de la Subprefectura de Bossemptélé, especialmente castigada por la inestabilidad del país.

La República Centroafricana nunca ha gozado de una tranquilidad que le permitiera crecer y prosperar; al contrario, ha tenido que soportar numerosos golpes de Estado y otros tantos dictadores que, actuando sin escrúpulos, han permitido la explotación de los recursos del país, sin pensar en la cada vez más sacrificada población. La situación en los últimos años ha sido especialmente difícil: los grupos rebeldes se han enfrentado en varias ocasiones a las fuerzas estatales, provocando violencia y muertes, especialmente entre la población más vulnerable.

En este complejo contexto, el Hospital Juan Pablo II desempeñó un papel clave, proporcionando un punto de referencia para la población de la subprefectura. A pesar de los enfrentamientos y la violencia, el hospital siempre ha seguido funcionando y prestando ayuda.

Nuestro proyecto parte del Hospital Juan Pablo II con la intención de aumentar su capacidad para responder adecuadamente a las necesidades y requerimientos de la población. Antes de nuestra intervención, el centro no disponía de una sala de urgencias adecuada para recibir a los pacientes urgentes. Ahora las obras de renovación y ampliación de las instalaciones están casi terminadas y para cuando finalice el proyecto -diciembre de 2022- también está previsto dotar al servicio de urgencias de todo el mobiliario y la maquinaria necesarios.

Otra de las deficiencias encontradas en el hospital se refería al aspecto nutricional: un triple problema si se tiene en cuenta que la mayoría de los pacientes se encuentran en un grave estado de desnutrición en el momento de su ingreso, que la alimentación es necesaria para garantizar un tratamiento y una rehabilitación adecuados, y que la mayoría de los que vienen de los pueblos vecinos, una vez que llegan a la ciudad, no tienen la posibilidad de comprar nada en el mercado local debido a los precios excesivamente altos.

Por estos motivos, se decidió construir un comedor para ofrecer tres comidas completas al día -a base de cereales, carne o pescado- a los pacientes ingresados, que pueden así seguir una dieta correcta y un aporte calórico suficiente para ayudar a su recuperación. El servicio de comedor también se ofrece a los familiares que vienen de lejos y que cuidan de los pacientes más necesitados. Actualmente, se ofrecen más de 2.250 comidas al mes.

Para mejorar la calidad de los servicios del hospital, fue necesario formar a 38 trabajadores sanitarios en activo en disciplinas especializadas como la obstetricia y la oftalmología. Los cursos de formación ya están dando lugar a una mejora significativa del rendimiento de los hospitales.

Uno de los componentes más ambiciosos de nuestra intervención es el refuerzo de los centros médicos situados en los pueblos de los alrededores de Bossemptélé, donde los servicios son casi inexistentes. Gracias al proyecto financiado por la AICS, hemos rehabilitado -o en algunos casos construido desde cero- varios puestos de salud, cada uno de los cuales dispone de un pozo con acceso a agua potable. Las obras están casi terminadas y la población de las aldeas de Gbawi, Bodangui, Bombalou y Yangoro ya tiene acceso a los servicios sanitarios básicos, sin tener que hacer el viaje a la ciudad de Bossemptélé, salvo que sea estrictamente necesario para el tratamiento de enfermedades más complejas.

No sólo el refuerzo cualitativo del hospital y los puestos de salud, sino también un servicio de clínica móvil que, dos veces por semana, visita los pueblos de más difícil acceso, proporcionando tratamiento y educación sanitaria con reuniones de sensibilización sobre prevención y primeros auxilios.

Gracias al apoyo de la AICS, nuestro trabajo en la República Centroafricana ha alcanzado nuevas cotas que esperamos marquen el inicio de una vida mejor para muchas personas que viven en la subprefectura de Bossemptélé.

Este artículo se ha elaborado en el marco del proyecto Salud y Nutrición de la Población Vulnerable de la Subprefectura de Bossemptélé AID 05/RCA/12049/2021 financiado por la Agencia Italiana de Cooperación al Desarrollo. El contenido de esta publicación es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la opinión de la Agencia Italiana de Cooperación al Desarrollo. La Agencia Italiana de Cooperación al Desarrollo no se hace responsable de la información que se considere errónea, incompleta, inadecuada, difamatoria o de algún modo censurable.

¡COMIENZAN LAS CLASES EN EL JARDÍN DE INFANTES DE GARANGO!

¿Te recuerda algo Garango? Pues sí, es la localidad del centro oriental de Burkina Faso de la que os hemos hablado varias veces a lo largo del año: aquí, en la diócesis de Tenkodogo a principios de febrero, han comenzado los trabajos de Realización de una guardería, financiados por la Conferencia Episcopal Italiana (CEI).

Ya hemos contado por qué elegimos esta zona: la extrema pobreza y la falta de instalaciones adecuadas para los niños de 3 a 5 años. Los niños en edad preescolar no tenían la posibilidad de emprender una formación preparatoria en la escuela primaria, bien por falta de escuelas cercanas a las viviendas, Por la reticencia de las familias que no siempre consideran fundamental la educación de sus hijos.

El proyecto de Salute e Sviluppo se insertó en este contexto construyendo un edificio que fuera a colmar la falta de infraestructuras. Ya a finales del mes pasado la escuela estaba terminada y durante las primeras semanas de octubre se compraron los muebles para las tres grandes aulas: sillas, bancos, pizarras. Después de la inauguración el domingo, las clases comenzaron el lunes con muchos niños que entraron en sus nuevas aulas para comenzar el camino escolar.

Estamos muy contentos de anunciar este importante hito y estamos muy contentos de haber dado la posibilidad a más de 100 niños de comenzar el año escolar en línea con los tiempos habituales.

Todos los proyectos de Salute e Sviluppo, como a menudo hemos recordado, tienden a estar arraigados en el territorio y bien integrados en el contexto social: todo el personal elegido para acompañar a los niños en este camino de aprendizaje es local, Los pequeños tendrán el apoyo de educadoras locales, un comedor donde comer una comida regular al día y todo lo necesario para pasar sus primeros años de manera despreocupada y educativa.

El proyecto tiene un objetivo secundario – tan importante como el principal – educar y sensibilizar a los adultos de la comunidad sobre la importancia de la educación, Cómo es fundamental para el correcto desarrollo y crecimiento del niño y cómo adquiere aún más importancia en un contexto como el de Burkina Faso de inestabilidad e incertidumbre.

Les contamos el proyecto por primera vez en marzo, tan pronto como comenzaron las actividades, les informamos en julio sobre los trabajos que avanzaban rápidamente y ahora estamos muy contentos con esta noticia y de ver cómo muchos niños ya están sentados en sus escritorios, Listos para vivir una nueva aventura.

LECHE SANA Y QUESO A BAGRÉ

En Salud y Desarrollo estamos especialmente contentos de anunciar la conclusión del proyecto Latte Sano en Burkina Faso: ha sido una aventura larga y exigente que nos ha visto en la zona de Bagré durante 5 años, pero que al final ha dado sus frutos y sus satisfacciones.
Hemos hablado a menudo de Burkina Faso y de las condiciones de vida de la población local: en la zona centro-oriental del país, en particular, hemos participado en numerosos proyectos, todos ellos destinados a mejorar la calidad de vida de quienes viven en esta región especialmente pobre y con problemas de alimentación y salud. Deficitaria resulta ser la producción de leche que, o se importa o – muy a menudo – está infectado debido a animales enfermos y no controlados. Salud y Desarrollo decide insertarse en este contexto con el objetivo de corregir esta deficiencia.

En 2017 comienzan las actividades que, financiadas por la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) a través de los fondos del 8×1000 a la Iglesia Católica, avanzan de manera rápida hasta el año siguiente. En 2018, la situación del país cambia radicalmente: una fuerte situación de inestabilidad política y social hace que Burkina Faso sea peligroso y, como resultado, el movimiento de recursos humanos y materiales se desacelera. Después, la pandemia mundial provocó un nuevo parón.

Desde hace aproximadamente un año, las obras han comenzado de nuevo y han llevado a la finalización de las obras estructurales y arquitectónicas que, en los últimos meses, han sido equipadas con toda la maquinaria necesaria, proveniente de Italia a través de contenedores. El proyecto incluyó varias fases: antes de la construcción de un establo y la compra de ganado, todas las vacas fueron importadas a la zona, sometidas a cuarentena y controladas por veterinarios locales que garantizaron la salubridad de los animales. En una segunda fase, se establecieron las instalaciones de ordeño, recogida de leche, envasado y todas las actividades de producción de leche. En esta última fase, P. Felice de Miranda, Presidente de Salute e Sviluppo, en una misión en Burkina Faso con dos expertos que enseñaron a las comunidades locales a procesar correctamente la leche y a producir varios tipos de productos lácteos, desde yogur hasta queso fresco y maduro.

El proyecto de Salute e Sviluppo ha sido pensado para tener más de un beneficiario: por un lado todos los que están empleados en las diversas actividades de la cadena de suministro reciben un ingreso y tienen la posibilidad de trabajar y mantener a sus familias, Los habitantes de la zona por fin tienen acceso a toda una serie de productos que no se encuentran en el mercado local, ya que tienen la certeza de comer alimentos sanos. Estos productos servirán también para abastecer a las escuelas de la zona y a los hospitales camilianos, para mejorar las condiciones alimenticias de los más pequeños y de los más débiles.

Las actividades de Salud y Desarrollo tienen como requisito fundamental ser absolutamente sostenibles, arraigadas en el territorio y fundamentales para el desarrollo autónomo de la población local. Este proyecto es la prueba: la formación del personal ha sido la última pieza del proyecto – pero uno de los más importantes – ahora los locales tienen la posibilidad de proceder de forma autónoma mejorando y aumentando la producción lechera.

Fue decisivo el apoyo de los camilos locales que primero identificaron la necesidad de ayudar a la zona de Bagré y que nos ayudaron durante todas las actividades. Incluso ahora, a pesar del final de nuestro proyecto, estamos seguros de que su apoyo será fundamental para que la cadena de suministro láctea siga funcionando correctamente.
Agradecemos a la CEI que nos ha dado la posibilidad de llevar a cabo un proyecto que mejorará las condiciones de vida de la población burkinabé, muy probada por la situación de su país y por esto aún más necesitada de ayuda.

¿Quiere asistir a la formación del señor Fausto? clic aquí: https://www.youtube.com/watch?v=eIFzFgbb3mg&t=36s

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